domingo, 28 de octubre de 2012

DESPUES DE UNA PERDIDA

INTRODUCCIÓN
S egún parece, es muy difícil orar cuando
nos sentimos heridos. Más bien quisiéramos
gritar, quejamos y llorar. No nos damos cuen-
ta de que estas expresiones son también una
manera de orar. En realidad, tal vez sean la
única manera de orar después de haber per-
dido a alguien que ha sido cercano a noso-
tros. Las oraciones "nada dulces" son, segu-
ramente, las únicas que Dios espera de noso-
tros en esos tiempos duros.
y
solamente así,
pasando por el dolor, podemos superar el do-
lor. Esto significa dejar que las expresiones
de nuestros sentimientos sean, a la vez, ora-
ciones que nos restituyan la salud.
Esta pequeña colección de Estímulos para
orar
es sencillamente eso: una colección de
estímulos y motivaciones para mantenemos
en el camino que conduce a la curación. Pre-
tenden ayudamos a crear experiencias y ex-
presiones de oración, y no simplemente "pa-
labras para orar". Toda oración, en efecto,
 
 consiste en dar o recibir comunicación. Por
eso
,
hemos incluido en esta obra textos de la
Sagrada Escritura y citas de muchas fuentes
inspíradoras. todos con el fin de ayudamos a
encontrar las palabras y las maneras para
expresar a Dios nuestra tristeza
,
nuestro co-
raje
-
nuestra soledad, nuestra culpabilidad y
otros sentimientos de dolor que acompañan
la pérdida.
Estos estímulos para orar tienen también
el propósito de ayudamos a escuchar a Dios,
porque, en verdad
, gran parte de la oración consiste más en escuchar, recibir, poner aten- ción, que en hablar o hacer. Afortunadamen- te, la oración sin palabras parece ser más fá- cil y más natural cuando nos sentimos heri- dos. (Recuérdese la frase de Ernest Hemin- gway en su libro El vieja y el mar: «'Ay', dijo en voz alta. Esta palabra no tiene traducción
. tal vez sea solamente un ruido como el que un hombre podría hacer de manera invo- luntaria, cuando siente que el clavo atravie- sa sus manos y penetra en la madera»). Es- tos esmulos para orar van, pues, al encuen- lIO de los que sufren allí, en la situación en
la que se encuentran; es decir, dispuestos a recitar oraciones de lágrimas, oraciones de coraje o la oración silenciosa del alma que se siente abandonada.
Que las palabras y sugerencias de estaletras ayuden a empezar la curación de nuestra vida. Que estas palabras eleven el espíritu del lector y lo ayuden a sentir la pre- sencia de Dios, que siempre escucha, ama y vive la experiencia del dolor con nosotros.

EMPEZAR CON POCO
"En las pequeñas ocupaciones
se encuentra una gran pa
z".
CHAUCER
NADA SERA IGUAL JAMÁS;
ésa es la naturaleza de una pérdida.
Lo que amaste y te fue familiar ya no es
parte de tu vida. Mientras enfrentas la
realidad de
'
nada jamás será igual',
s
igue adelante y asume el reto
de esta realidad: las cosas son diferentes. Con el tiempo, lo muy diferente se volverá algo diferente y con un poco más de tiempo, este algo diferente se convertirá
plenamente familiar y normal".
Kass Dotterweich

Estímulos para orar
Piensa en una pequeña oración, gesto o rito
que puedas realizar, algo muy personal
,
privado y pequeño. Tal vez sea persignarse
como lo hacen los cristianos, o una breve
expresión como "Quédate conmigo, Señor".
O puede ser también un pequeño objeto
religioso o símbolo sagrado que se pueda
tocar o tomar. Éstas son las pequeñas
oraciones que pueden encaminamos a la
curación. Inclinar ligeramente la cabeza
puede ser apropiado mientras rezas:
Tú, Señor Jesús,
que iniciaste tu vida como un niño pobre y
humilde en el establo, ayúdame a reiniciar
mi vida con pasos pequeños e infantiles.
Estos primeros pasos son los únicos que en
este momento puedo dar para curarme,
contigo a mi lado:

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